Era cuestión de tiempo. Google parece saberlo ya todo de la Tierra. Sus satélites han fotografiado hasta el rincón más recóndito para crear sus mapas y, como le pasó al hombre cuando acabó de descubrir -más o menos -la Tierra, volvió su vista hacia el espacio. Vio la Luna y vio Marte. Y decidió reenfocar sus satélites hacia ahí.
La novedad fue introducida con motivo del segundo aniversario del aterrizaje (¿amartizaje?) de Curiosity en Marte, y como una especie de acto de democratización del espacio exterior, permitiéndonos a todos ver también la superficie del planeta rojo y de nuestro satélite.
Por supuesto, las imágenes (en 3D) no llegan a acercarse tanto como lo hacen en la Tierra -parece que Google no tiene todavía sus coches de Street View ni por la Luna, ni por Marte -, pero sí lo suficiente para ver cráteres y otros accidentes geográficos. Google nos muestra su nombre y, si hacemos click en él, veremos información extra: de qué tipo de accidente geográfico se trata, cuál es su tamaño y cuál el origen de su nombre.
Si estás ahora en Google Maps y por mucho que busques no sabes cómo salir del planeta, no te preocupes, te contamos cómo llegar al espacio exterior (no esperarías que fuese fácil, ¿no?). Antes de nada, tienes que estar en la nueva versión de Google Maps. Si no has decidido volver a al vista clásica, posiblemente estés ya ahí. A continuación sigue estos pasos:
1. Haz click en “Tierra” -abajo a la izquierda -para entrar en la vista de Google Earth, por satélite.
2. Aléjate con el zoom todo lo que puedas, hasta ver el planeta sobre el espacio negro.
3. En la parte de abajo habrán aparecido tres opciones: Tierra, Luna y Marte. Haz click en lo que quieras explorar… ¡y explora!
Posiblemente pase todavía bastante tiempo antes de que podamos explorar la Luna y Marte en persona, suponiendo que algún día sea posible. Mucho mejor hacerlo desde el sofá gracias a Google Maps, sin necesidad de largos viajes, escafandras, ni de aprenderse nuevas leyes físicas.
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